María y Luis. Luis y María. Los conozco hace tiempo, y para mi ha sido una enorme alegría ver como se conocieron, como se comprometieron el uno con el otro, pero también cada uno de los dos consigo mismo en su búsqueda de la felicidad. Una boda atípica, con un toque caótico, cercano y bello. Como de manualidad.
Y ellos felices.
Luis sin caber en si, espontáneo, gracioso, feliz. María tiene un corazón inocente de esos que es bonito conocer.
Los dos estaban pletóricos, sus familias, las amigas suizas de María, los de sevilla. La abuela de María disculpándose por un sopapo que le dio de pequeña. La comida, la ola. Una película que habían preparado para ellos muy bonita. María y Luis y su vals peculiar. Todos bailando.
Todos muy felices de ver como ellos, precisamente ellos han encontrado alguien con quien compartir, y se levantan cada día con mas felicidad.
La verdad es que fue un día intenso. Me invitaron a dejar la cámara y bailar. Y dejé de ser fotógrafo y fui persona agradecida de participar en una celebración tan bonita.